Volví caminando hacia
mi lugar de origen
Y un farol llevó mi sombra
muy lejos de la ciudad
Busqué un templo que albergara
mi fe y mi esperanza
en los hombres
Y una manta que me protegiera del frío
Adentro un pasillo interminable
que hacía de tiempo
Y esa noche me alegró
el llanto de un bebé muerto
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